La radiofrecuencia es una tecnología ampliamente usada en el mundo moderno, en un grupo muy heterogéneo de disciplinas como radios, teléfonos celulares, televisión, etc.

Su eficacia terapéutica radica en la posibilidad de lesionar el tejido -por efecto del calor- de forma controlada.

La RF es una corriente alterna con una frecuencia entre los 10KHz y los 900MHz. El rango de frecuencias usado en electrocirugía está entre los 200KHz y los 1200KHz. En estas frecuencias la corriente no estimula ni músculos ni nervios, y el calor generado se disipa en un área muy cercana a la interfase electrodo-tejido.

Si se utilizan corrientes con frecuencias mayores, el calor se transmite al tejido cercano, perdiéndose el control del área tratada; en cambio al utilizar corrientes con frecuencias menores se empiezan a despolarizar las células excitables y se puede electrocutar al paciente.

El circuito de salida más común del generador es el electrodo activo unipolar. En esta configuración, el electrodo activo es el encargado de transportar la energía al lugar deseado, mientras que el electrodo de dispersión colecta el flujo de corriente.

En esta configuración, el tejido actúa como un dieléctrico dentro de un condensador y los electrodos como sus placas. El campo eléctrico alterno en el tejido entre los electrodos, desplaza o tensiona las moléculas, primero en una dirección y luego en otra. El movimiento es acompañado por fricción debido a que la elasticidad del dieléctrico no es perfecta. Esta fricción es la que genera el calor en el tejido cerca del electrodo; sin embargo el electrodo no se calienta (este fenómeno se denomina histéresis dieléctrica).

Las lesiones generadas por la RF son similares a las producidas por la electrocauterización. El calor generado no es emitido directamente por el dispositivo, sino que es producido por la corriente que fluye a alta frecuencia (460KHz), produciendo agitación de iones generando calor por fricción y transformando al tejido circundante (y no al electrodo) en el emisor de calor.

El tamaño y tipo de la lesión generada depende de la forma de onda, de la potencia de salida, del factor de pico y del modo de salida. La necrosis del tejido depende de la distancia entre los electrodos, de la intensidad de la corriente de RF y de la duración de la aplicación. El control de estas variables permite generar volúmenes de ablación perfectamente definidos.